La censura y represión que ha emprendido la administración de la Universidad Santiago de Cali contra los estudiantes declarados en oposición está siendo cada vez más fuerte y agresiva. El semestre pasado (2013-B) inició la persecución política con una serie de carteles anónimos que se pegaron en horas de la noche, en absoluta clandestinidad, en las instalaciones de la Universidad, dichos carteles contenían acusaciones calumniosas e injuriosas que atentaban contra el buen nombre de los integrantes del colectivo Alternativa Universitaria. También los panfletos se volvieron una práctica cotidiana por parte de la administración contra dicho colectivo, en ellos se los trataba como si fuesen un grupo criminal, no sólo agrediendo la integridad moral de los estudiantes sino también poniendo en un claro riesgo su integridad física, dichos panfletos eran entregados por los mismos guardas de la seguridad privada que contrata la alma máter.
Haciendo una antesala sobre la repetitiva violación a los derechos fundamentales dentro del claustro universitario, empezamos a relatar los siguientes
Hechos:
El día 30 de enero de 2014 a las 8:30 a.m, en el Aula Máxima de la Universidad Santiago de Cali, un grupo de estudiantes de dicha institución, integrantes del colectivo Alternativa Universitaria se encontraban repartiendo unos comunicados de bienvenida a los nuevos estudiantes santiaguinos.
La seguridad de la Universidad y el esquema de seguridad privado del rector, solicitaron leer el comunicado, posterior a ello empezaron a pedir que no se repartiera más el documento, y que desalojaran el auditorio. Al escuchar la negativa por parte de los estudiantes, empezaron a intimidarlos con insultos y empujones. Los guardas de la universidad y los escoltas del rector sacaron a rastras al estudiante Juan Camilo Castilla Ospina miembro del colectivo Alternativa Universitaria, agrediéndolo en su integridad física causándole magulladuras y rasguños.
Establecimiento de responsabilidad:
Atribuimos esta violación a los derechos constitucionales, y a los principios fundamentales de los estatutos universitarios a la administración encabezada por el rector Carlos Andrés Pérez Galindo, pues es él quien debe propender por el cuidado de la integridad de todos los santiaguinos y santiaguinas al menos dentro de las instalaciones de la Universidad. Y en este caso los funcionarios que deben proteger a la comunidad universitaria, terminan por hacer todo lo contrario pues agreden física y verbalmente a los estudiantes, estamento fundamental dentro de la Usaca.
Por lo anterior exigimos:
A la administración iniciar los debidos procesos disciplinarios contra los funcionarios involucrados en este deplorable caso de censura y represión. Y a los entes de control estatales, como la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada para que investigue si las actuaciones de la empresa de seguridad privada de la Universidad se ciñen al ordenamiento jurídico que para ellas impera.
También una intervención por parte del Ministerio de Educación, y demás entes de control como la personería municipal, para que investiguen la constante violación a los derechos políticos dentro de la Universidad Santiago de Cali.
Exigimos a la administración respetar la libertad de expresión dentro de la Universidad, además dar las garantías necesarias para el ejercicio de la oposición política, como es su obligación en una institución regida por el sistema de cogobierno donde el debate público y la crítica son la esencia misma de la casa de estudios.