Comunicado octubre 2013

PROPAGANDA SUCIA REFLEJA EL CARÁCTER DICTATORIAL DEL RECTOR PÉREZ Y CIA

“Ladran los Perros Sancho, señal de que caminamos”

Frase popularmente atribuida a Don Quijote de la Mancha

Desde la infamia del anonimato y la campaña sucia se ataca a nuestro colectivo estudiantil, Alternativa Universitaria. La persecución por parte del Rector de la Santiago al pensamiento crítico y disidente en nuestra universidad sube a niveles peligrosos, coartando claramente uno de los pilares del Cogobierno: la democracia universitaria.

Que la actual administración de la Usaca acuda a todo tipo de argucias y maniobras mediáticas para defender el cuestionable proyecto universitario que está implementando, es en términos generales normal y previsible; que quienes nos diferenciamos de ello lo hagamos de manera pública y valiente, también lo es. Lo que no es dable es que el Rector y su séquito de acólitos renuncien al debate honrado y fundamentado en ideas para perseguir y estigmatizar al movimiento estudiantil y profesoral que le hemos declarado oposición.

A propósito de la entrevista de Pérez

Siempre hemos sido claros, no nos aliamos con nadie que desangra a la
Universidad y a los estudiantes.

¡REDOBLAR ESFUERZOS 

POR LA SANTIAGO!

En entrevista publicada en el periódico El Pueblo el pasado 29 de septiembre, salió el Rector de la Universidad Santiago de Cali, Carlos Andrés Pérez, a plantear una universidad de ensueño que va en contravía total de la realidad que vivimos los estudiantes a diario. A propósito, ALTERNATIVA UNIVERSITARIA, se planteará unas reflexiones sobre tal diálogo:

Primeramente, el rector Pérez dice que hay un programa de seguimiento al estudiante para con ello garantizar la permanencia de la gran mayoría dentro de los diversos programas académicos. Sin embargo, como estudiantes, sabemos que una de las causales más notorias de la deserción estudiantil es la falta de recursos, y ante ello el rector la única solución que le ha dado al estudiantado ha sido abrir las puertas del Bloque Tres a las entidades financieras, para que desangren económicamente al estudiante y a su familia con sus altos intereses, confirmándose así el rector como un mercader de la educación.